martes, 22 de mayo de 2018

El diseño moderno japonés a partir de 1945, XV

La segunda generación de diseñadores japoneses, 1
Después del último artículo consagrado a Ekuan Kenji, inicio con este un segundo apartado que dedicaré a los diseñadores japoneses nacidos en los años treinta del siglo pasado. Es decir, creadores que vivieron la guerra mundial siendo muy niños y que alcanzaron su madurez cuando Japón estaba entrando en su etapa de gran desarrollo económico e industrial. Empezaré por Kuramata Shirō

Kuramata Shirō (1934-1991), primera parte
Kuramata Shirō inició sus estudios de arquitectura en Tokio en 1950, pero en 1953 decidió entrar en el Instituto de Diseño Kuwazawa de la capital japonesa, donde se graduó en 1956. Ese mismo año descubrió la revista italiana Domus, un hecho que, como él mismo reconoció, influenció mucho en su carrera.

Kuramata Shirō.
Foto en Deyan Sudjic: Shiro Kuramata. Londres: Phaidon, 2013.

Los primeros trabajos de Kuramata fueron en empresas de mobiliario, diseño y publicidad, hasta que en 1965 creó su propio estudio. En 1967 inició su colaboración con los artistas plásticos vanguardistas Yokoo Tadanori (1936-) y Takamatsu Jirō (1936-1998), y empezó a trabajar con el metacrilato, un material que siguió utilizando a lo largo de toda su carrera.

En los años sesenta, Kuramata diseñó una serie de muebles con cajones que a mí me recuerdan las escaleras de las viviendas tradicionales japonesas, en las que se aprovecha el espacio debajo de los peldaños para almacenar cosas en cajones.

Escalera japonesa con cajones. 
Foto de fuente desconocida.
Kuramata Shirō: sillón con cajones, 1967. Madera barnizada,
tapicería de algodón. Medidas aprox.: 102x73 cm, 
respaldo 73 cm. Foto: shirokuramata.com

La fama internacional de Kuramata le llegó en 1970 con sus muebles de forma ondulada, y en concreto con el primero de todos: el conocido por el nombre de cómoda en forma irregular.

Kuramata Shirō: dos cómodas en forma irregular, 1970. Medidas aprox.: 45x50x170 cm de alto. 
Foto en Deyan Sudjic: Shiro Kuramata. Londres: Phaidon, 2013.

En la fotografía anterior vemos a Kuramata junto a dos modelos de su mueble de cajones ondulados, con los que rompió el convencionalismo de las gavetas rectangulares. En el sorprendente y a la vez desenfadado diseño de Kuramata adoptan un perfil sinuoso con un frente de madera lacada en blanco y laterales y parte trasera de aluminio negro u otro color.

Kuramata Shirō: cómoda en forma irregular,
1970. Medidas aprox.: 45x50x170 cm de alto. 
Foto en Deyan Sudjic: Shiro Kuramata.
Londres: Phaidon, 2013.

La sorpresa e incluso la sonrisa que provocó en su día la aparición de esa pieza con sus inesperadas curvas tienen mucho que ver con cierta forma de subvertir el sentido común.

En su constante superación de los convencionalismos, Kuramata creó en 1976 otra serie de muebles en los que esta vez no se limitaba a “romper” la sensación de solidez como hizo con las formas onduladas de sus cajones, que a mí me recuerdan los relojes blandos de Dalí, sino que logró desmaterializar las dos piezas más importantes de todo el mobiliario: la silla y la mesa.

Kuramata Shirō: Silla de vidrio, 1976. Medidas: 90x60 cm,
respaldo de 88 cm. Foto de fuente desconocida. 

En 1976, Kuramata lanzó su butaca y mesa fabricadas totalmente con láminas de vidrio de 12 mm unidas con un adhesivo, en esa época revolucionario, llamado Photobond 100, gracias al cual se lograba unir los cantos de vidrio consiguiendo una enorme resistencia sin necesidad de emplear ningún tipo de elemento de anclaje metálico.

Kuramata Shirō: Mesa de cristal, 1976, cuatro pies de 24 mm de espesor y
 sobre de 12 mm de vidrio templado; medidas. 120x120 cm y 38 cm de alto. 
Foto de fuente desconocida.

En su mesa de cristal, Kuramata llevó un poco más lejos la simplicidad del diseño de su silla. Con su búsqueda de la desmaterialización en ambos muebles, sobre todo en la mesita, el japonés parecía rendir tributo a Mondrian.

El siguiente diseño emblemático de Kuramata fue su sillón denominado How the High Moon, fabricado con malla metálica y comercializado en 1986.

Kuramata Shirō: sillón How the High Moon, 1986. 
Medidas aprox.: 82x95x cm, asiento, 36 cm, respaldo de 75 cm.
Foto en Deyan Sudjic: Shiro Kuramata. Londres: Phaidon, 2013. 

Según Kuramata, los huecos de la malla de su sillón son el paradigma de la eliminación de lo innecesario, en este caso de lo sólido. Basta con unas finas hebras de acero para crear un sillón que carece de volumen. Su nombre alude a una composición de Duke Ellington, La pálida luz de la luna, y en concreto a cómo los objetos relucientes pueden evocar la luz de la luna.

Kuramata Shirō: sofa How the High Moon, 1986. 
Medidas aprox.: 82x175 cm, asiento, 36 cm,
respaldo de 75 cm. Foto: shirokuramata.com

En el siguiente artículo seguiré comentando los diseños de Kuramata. Eso será dentro de quince días.