martes, 20 de febrero de 2018

El diseño moderno japonés a partir de 1945, IX

Pioneros del diseño industrial japonés, 9
En el anterior artículo hablé de algunas de las piezas de menaje que Yanagi diseñó a lo largo de su dilatada carrera. Hoy concluiré esta miniserie que le he dedicado presentando otro tipo de objetos.

Yanagi Sōri (1915-2011), cuarta parte
El enfoque que adoptaba Yanagi cuando diseñaba sillas era muy diferente del de los ya comentados Kenmochi o Watanabe y, en consecuencia, el resultado también. En su silla apilable de mediados de los años sesenta utilizó materiales que en Europa eran clásicos: estructura de madera torneada y curvada y asiento de rejilla.

Yanagi Sōri: silla apilable, 1965. Foto de fuente desconocida.

En 1978, Yanagi creó para Tendo un conjunto de sillas y mesa en madera de roble con patas torneadas muy inclinadas y con asiento y sobre de la mesita en forma de casquete esférico invertido. El resultado era un conjunto con cierto toque rústico e informal que ocultaba la depurada técnica implicada en su fabricación.

Yanagi Sōri: sillas de roble para Tendo, 1978. Silla con brazos, medidas aprox.: 54x51 cm. asiento 39 cm, respaldo 68 cm. Silla sin brazos, medidas aprox.: 38x45 cm, asiento 40 cm, respaldo 65 cm. Mesa de roble. Medidas aprox.: 80, 100 y 120 cm de diámetro, altura 70 cm. Foto: ihomec.com 

El respaldo curvado de la silla de Yanagi está formado por tres piezas de roble, con la central de color más claro, que se ensamblan con tres lazos perfectamente visibles en forma de V. Las patas se encastan en el asiento atravesándolo de tal manera que sus cabezas oscuras son visibles en la cara superior. Eso se aprecia en las dos fotografías siguientes.

Yanagi Sōri: sillas de roble para Tendo, 1978.

Esa forma de solucionar los problemas técnicos, convirtiéndolos en recursos expresivos sin recurrir a aspavientos innecesarios, recuerda la oculta sofisticación en la construcción de las casas de té, uno de los entornos más genuinamente nipones que refleja la esencia más profunda del espíritu japonés. Sin embargo, en algunas versiones comercializadas más tarde de esa silla y mesita se perdió la visibilidad de esas uniones.

Yanagi Sōri: sillas de roble para Tendo, 1978.
Yanagi no solo creó sillas, mesas y objetos de uso cotidiano, de los que solo he comentado un ínfima parte, sino que su actividad fue mucho más allá. Diseñó el pebetero olímpico para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1972 en Sapporo, el mobiliario del metro de Yokohama y hasta la embocadura de un túnel de autopista.

Sin embargo, a mí me parece que donde Yanagi se encontraba más a gusto era creando objetos mucho más pequeños y cercanos, como su hervidor, su taburete Mariposa, sus cubiertos, sus ollas. Cosas que tocamos cada día y que se convierten con los años en nuestros compañeros, como un humilde dispensador de cinta adhesiva o una lámpara de papel que ilumina nuestra estancia.

Yanagi Sōri: dispensador giratorio de cinta adhesiva, 
1960. Foto de fuente desconocida.
Yanagi: lámpara de papel, 1979. 
Foto de fuente desconocida.

















Eso era lo que buscaba Yanagi, que el uso y la pátina de los años no hicieran más que acrecentar la proximidad de esos pequeños adminículos que nos acompañan en tantos momentos. Su obra nos sigue transmitiendo la más tranquila armonía y la más sencilla belleza, esa que nace del Japón eterno para convertirse en universal.

El “viejo maestro” Yanagi. Foto de fuente desconocida.

Para concluir esta serie dedicada al maestro Yanagi inserto un vídeo grabado en 2007 con motivo de una exposición retrospectiva sobre su obra que se presentó en el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio. En el primer minuto vemos a Yanagi, con 91 años, recibiendo el sentido homenaje de sus colegas y admiradores. En la grabación aparece también Fukasawa Naoto, un diseñador al que he dedicado un artículo que publicaré dentro de unos meses.


La siguiente entrega la consagraré al último de los integrantes de esta primera generación de diseñadores japoneses, Daisaku Chō.