martes, 29 de octubre de 2013

Escultura japonesa: escultura budista, I

Escultura japonesa del siglo VII, periodo Asuka
Después de los dos anteriores artículos en los que comenté brevemente las divinidades budistas más populares en Japón, ya es momento de hablar propiamente de la escultura. Para ello, voy a empezar por las obras del periodo Asuka (538-710).

Ya indiqué en el primer artículo de esta serie que el budismo se introdujo en el archipiélago japonés en el año 538. Como consecuencia, durante su primera fase de crecimiento y expansión, la mayoría de estatuas de divinidades o bien fueron importadas de Corea o bien fueron creadas por inmigrantes de ese país. Hubo que esperar hasta bien entrada la siguiente centuria para que los artistas japoneses comenzasen a crear sus propias imágenes budistas, aunque, eso sí, manteniendo los cánones estéticos asiáticos.

martes, 22 de octubre de 2013

Escultura japonesa: iconografía budista, II

Atributos de las divinidades budistas en la escultura japonesa
Continúo hoy las explicaciones sobre la iconografía budista que inicié el martes pasado. Una vez conocidas las principales divinidades japonesas, vamos a ver algunos de los atributos con los que normalmente aparecen en la escultura o pintura japonesas. Me permito remarcar de nuevo que existen muchas formas de representación y que yo solo voy a comentar unas pocas, las más evidentes y frecuentes en Japón. Empecemos por las deidades del escalafón superior comentándolas en el mismo orden que utilicé en el artículo anterior.

Rango superior
Recordemos que en el primer nivel se encuentran los nyorai. Sus atributos físicos, y parte de ellos también de los bosatsu, son una protuberancia en su cabeza, pelo ensortijado en apretadas espirales, lóbulos de las orejas muy largos, pliegues en el cuello y membrana interdigital. Suelen representarse sentados en la posición del loto, aunque no siempre. La situación y colocación de sus manos reflejan su actitud y pueden ser muy variadas.

martes, 15 de octubre de 2013

Escultura japonesa: iconografía budista, I

El panteón budista en la escultura japonesa
Como anuncié en el artículo de la semana pasada, hoy hablaré de la iconografía budista. El budismo posee un enorme número de divinidades, pero yo voy a comentar solo unas pocas, las que más a menudo se encuentran en los templos japoneses. Hay que tener en cuenta que las formas de representarlas en los países asiáticos pueden ser diferentes y, como consecuencia, lo que explico aquí no necesariamente es de aplicación a otros pueblos que no sea el nipón.

Antes de proseguir, debo insistir en que cuando nos adentramos en el panteón budista, sea japonés o no, tenemos que aceptar que casi con toda seguridad nos perderemos, y no solo entre la ingente cantidad de deidades, de atributos, de nombres o de posiciones de manos de cada una de ellas, sino también entre el sinfín de interpretaciones de sus poderes divinos, de sus relaciones entre sí, de su procedencia geográfica o incluso de su correspondencia con divinidades de otras creencias como, en el caso de Japón, el sintoísmo.

martes, 8 de octubre de 2013

Escultura japonesa: el budismo en Japón

Escultura budista japonesa
Inicio hoy la prometida serie sobre escultura japonesa. En este blog no suelo citar frases de autores, pero en este caso y para que no se piense que soy demasiado apasionado en los juicios y comentarios que iré ofreciendo, voy transcribir una opinión ajena. El historiador galo de arte Bernard Dorival (1914-2003), conservador del Museo de Arte Moderno francés, MNAM, y comisario de innumerables exposiciones, dijo tras una visita a Japón en los años sesenta del siglo pasado:

“Algunas estatuas [japonesas] son tan bellas, tan puramente plásticas, que se igualan a lo más grande y más puro que este arte ha producido en los países y las épocas que mejor lo han practicado. El antiguo Egipto no ha creado nada más decisivo que el Miroku del Koryu-ji; la antigua Grecia, nada más armonioso que el Buda de Toshodai-ji, y la Francia de los siglos XII y XIII, nada más conmovedor que el Kudara-Kannon del Horyu-ji.”

viernes, 4 de octubre de 2013

Carlos Rubio: "El Japón de Murakami"

Literatura japonesa: Murakami

A pesar de que en este blog solo hablo de artes plásticas o visuales, periódicamente me gustaría referirme a algún trabajo o publicación sobre cultura japonesa realizado por un español, no relacionado con los temas que trato semanalmente y que, en mi opinión, sea fruto de una solvencia y conocimiento relevantes.

Este es el caso que presento hoy en este corto artículo, sin duda un poco tarde; pero más vale tarde que nunca. Me refiero al libro de Carlos Rubio titulado El Japón de Murakami, editado por Aguilar en octubre de 2012.

A estas alturas, todos los aficionados a la cultura de Japón conocen sobradamente a Carlos Rubio, uno de los especialistas en literatura japonesa más importantes de nuestro país. No tengo reparos en afirmar que tras la primera tongada de "japonólogos" españoles dedicados a la literatura, como el ya desaparecido Antonio Cabezas y el todavía activo Fernando Rodríguez-Izquierdo, nadie ha alcanzado en España un parejo nivel de conocimiento sobre literatura japonesa como Carlos Rubio.

martes, 1 de octubre de 2013

Arquitectura japonesa: arquitectura budista, V

Arquitectura budista japonesaHōryū-ji, tercera parte
Con el artículo de hoy daré por finalizada esta serie sobre el más representativo paradigma de la primera arquitectura budista japonesa: Hōryū-ji.

El pabellón de rezos
Como ya he dicho anteriormente, el pabellón de rezos de Hōryū-ji es la construcción más moderna de las del recinto oeste y data del año 990. Inicialmente, tanto ese edificio como el campanario y el almacén de sutras se encontraban fuera del actual patio, en el lado norte. No obstante, en cierto momento se reformó la valla, desplazándola para incluir esas dos pequeñas construcciones de dos pisos en sus esquinas y el pabellón de solo planta baja en el centro. En el dibujo que inserté en el primer articulo dedicado a Hōryū-ji se marcaba a puntos por dónde discurría inicialmente el corredor que cerraba el recinto por el norte.